Vertical Termanthia

| |  Comentarios

De la mano de su director Lucas Löwi algunos pocos afortunados tuvimos la ocasión de disfrutar de una inédita cata vertical del vino Termanthia, la joya de la corona de bodegas Numanthia. El nombre de la bodega le viene de la ciudad de Numancia, famosa por su heroica resistencia  a los ataques romanos.

Bodegas Numanthia es desde 2008 propiedad de LVMH, el grupo francés de bienes de lujo más importante del mundo. La elección de aterrizar en Toro, se debe a que el grupo no buscaba zonas ya muy establecidas y consolidadas como son la Rioja o Ribera del Duero, sino zonas más emergentes y con mayor proyección de futuro como pueden ser Bierzo o Toro, siendo esta última la elegida. Cuando llegaron se encontraron con una zona de viñedos antiguos muchos de ellos prefiloxéricos, en donde los viticultores de la zona arrancaban sus cepas porque consideraban que ya no servían y que era mejor sustituirlas por cereales.

Los tres factores determinantes que hicieron a LVMH apostar por Toro fueron sus viejos viñedos, un clima continental adverso y extremo y una altitud elevada; condiciones indispensables para elaborar un vino de altísima calidad.

El Termanthia procede de un viñedo histórico excepcional de 4,78 ha., llamado Teso de los Carriles, con cepas de tinta de toro prefiloxérica plantadas en pie franco hace 140 años a una altitud de 850 metros.

La vendimia se hace totalmente manual y con una rigurosa selección de sus uvas. Estas uvas vendimiadas se almacenan de un día para otro para que se enfríen y hacer posible que se lleve a cabo una maceración natural de cinco días previos a la fermentación. Luego se despalillan manualmente grano a grano, para estar finalmente pisadas a pie de manera artesanal. Crianza de 20 meses en doble barrica nueva de roble francés y sin filtrar antes del embotellado. Su producción se limita a 6000 botellas.

Las añadas que bebimos por este orden en esta tercera vertical de Selectus Wines están todas en el mercado (2012, 2011, 2010, 2008, 2007, 2005) a excepción de la 2012 que se encontraba a punto de salir. Para el final de la cata, se descorchó una botella de la deseada añada 2004, la cual obtuvo un gran reconocimiento internacional con la bendición celestial de los 100 puntos Parker. Decir que todas las botellas fueron decantadas dos horas antes de su servicio a excepción de la 2004 y 2005 que se sirvieron directamente de la botella. Vinos de paciencia, para disfrutar sin prisa y que se abren en contacto con el oxígeno y evolución en copa.

Termanthia es un vino de culto, que podríamos definir como un vino de alta costura, por su elaboración artesanal, su limitadísima producción y su elevado precio. Bienvenidos a una de las catas más hedonistas que se puedan realizar hoy en día en el panorama vitivínicola español.

TERMANTHIA 2012

En el momento de la cata todavía estaba por salir al mercado. Aún así, sorprende que se muestre tan accesible y delicioso. La nariz es sensual y seductora con altas notas de fruta roja y negra madura, hierbas balsámicas en unión con elegantes maderas perfumadas que recuerdan al sándalo y a la vainilla. En boca se muestra estructurado con un tanino maduro y con mucho peso de fruta. Punta cálida de alcohol que se integrará en botella. Más ancho que largo, procedente de una añada caliente como fue la 2012, que posiblemente no será una cosecha de mucho recorrido pero que proporcionará un gran placer desde el momento de su embotellado.

TERMANTHIA 2011

Aclarar que la 2011 es la añada que se está vendiendo en el momento de la cata. Añada de mucho potencial de guarda, un poco apretado y de gran concentración. En nariz presenta una cierta reducción inicial que hace que le cueste abrirse y dar lo mejor de si. Predominan la notas tostadas y ahumadas de la barrica. Al rato en copa, aparece la fruta negra madura bien sazonada junto con elegantes notas de cacao y canela. En boca se muestra poderoso y bien armado, con una excelente expresión tánica. Añada de futuro, para guardar unas cuantas botellas en el fondo de la bodega, y abrirlas pasado unos años.

TERMANTHIA 2010

Para quien firma el artículo, el mejor de la noche, exceptuando una sorpresa que les contaré al final del reportaje. Es una añada de equilibrio y frescor, seguramente no tanto del gusto de los amantes de los vinos más potentes y concentrados pero sí para los que buscan vinos más frescos, untuosos y elegantes.  En nariz es un festival, con paladas de fruta roja y negra maduras, naranja sanguina y aire fresco en forma de mentoles y hierbas de monte bajo. Al agitar la copa aparecen aromas más propios de su elegante crianza  que recuerdan al cardamomo y regaliz. Posee una estructura tánica sedosa y un perfil muy bien definido, con un post-gusto súper largo y con muchos matices. Un vino que expresa todo el carácter de la tinta de toro pero con gran elegancia. Le auguramos un gran futuro!

TERMANTHIA 2008

La 2008 fue una añada complicada. De esas añadas que llaman de elaborador, porque la naturaleza te lo pone difícil debido a las dificultades climatológicas. Presenta un color muy oscuro, es opaco. Es especialmente concentrado y mineral en nariz, con buena profundidad aromática, con mucha confitura de fruta madura y claras notas tostadas, minerales y de torrefactos. En boca es potente y corpulento, el alcohol despunta un poco debido a su moderada acidez. Sus vibrantes taninos quedarán más pulidos al cabo de unos años en botella. Aún así, el vino posee una sorprendente profundidad en una añada irregular.

TERMANTHIA 2007

Estamos ante un estilo de Termanthia más delicado y elegante, más caracterizado por la fruta que por el tamaño, la estructura y la intensidad. Es un vino equilibrado, de cuerpo medio, que pone de manifiesto notas de arándanos, cerezas, mentoles y regaliz en su moderadamente intenso perfume. En boca es elegante, redondo y con taninos maduros bien integrados. Este 2007 se encuentra en su punto más álgido y listo para ser bebido.

TERMANTHIA 2005

Despliega una intensidad y finura hermosas en un estilo más evolucionado que el que suele esperarse de esta bodega. El vino tiene un color rubí menos intenso que el de sus predecesores. Presenta una notable reducción inicial, que dan paso a aromas de cereza negra dulce y fruta en infusión de hierbas, entremezcladas con tierra, tostados, chocolate y cueros. Cuerpo medio tirando a corpóreo, un tanino moderado, baja acidez y un dulzor espléndido. Está listo para ser bebido, posiblemente no mejorará pero se mantendrá con esta admirable evolución durante algunos años.

TERMANTHIA 2004

Para el final de la cata nos deleitaron con una perita en dulce como es su Termanthia 2004, un vino que hizo honor a su fama. Presenta un glorioso buqué de grosellas negras, balsámicos, vainilla y toques de trufas y roble. Crianza muy elegante que recuerda a un gran Burdeos. No le sobra ni le falta de nada, la magnífica integración de taninos, acidez y madera es sorprendente. El vino se abre paso en el paladar con textura, pureza y presencia fabulosas. Este prodigioso Termanthia no presenta síntomas de evolución todavía por lo que se beberá bien durante muchos años.

Articulos recomendados

Comentarios