Vardon Kennett, un proyecto esplendoroso.
Hace aproximadamente un año que la Familia Torres presentaba públicamente el proyecto de una nueva bodega en Santa Margarida d´Agulladolç, en el Penedés: Vardon Kennett. La incógnita en aquel momento era saber qué tipo de producto iba asociado a dicha bodega. La respuesta: un vino espumoso con personalidad y pequeñas producciones.
El proyecto de esta nueva bodega se empieza a gestar en 2012. Tal y como nos comenta Anna Velázquez, enóloga de Vardon Kennett “Miguel y Mireia Torres convencieron a su padre para elaborar un espumoso en el Penedès, aprovechando la experiencia que tenía la bodega chilena de la familia en la elaboración de espumosos con el método tradicional”. Se pone al frente del proyecto, en su parte técnica, Mireia Torres (5ª generación de la familia Torres) y tienen muy claro que buscan un producto diferente, que “exprese el carácter de la tierra y la variedad”. Para ello seleccionaron las mejores parcelas y variedades dirigidas a elaborar un vino que se habían imaginado desde los inicios.
Pinot noir y Chardonnay fueron las variedades que finalmente se decidió que serían la base de este espumoso, que también lleva un pequeño porcentaje de Xarel.lo, uva autóctona del Penedés. La combinación de todas ellas dan un perfecto equilibrio y permite que pueda ser un vino de largo envejecimiento (55% Pinot Noir, 40% Chardonnay y 5% Xarel.lo).
Pero volvamos a los inicios del proyecto. Vardon Kennett... ¿de dónde sale este nombre? ¿Y por qué? Nos comenta la enòloga Anna Velázquez que “con el nombre de la bodega se quiere rendir homenaje a un personaje que vivió y hacía vino en la finca donde hoy está la bodega. Era un inglés de la isla de Guernsey nacido en 1781 que se dedicaba al comercio marítimo, que se enamoró de una catalana y decidió cambiar de vida para estar con ella. Se afincaron en la población del Penedés antes mencionada y sus restos están en la capilla románica que hay al lado de la bodega”.
La finca en la que se encuentra la bodega, tiene una capilla construida en el siglo XII, que se ha ido restaurando en diferentes épocas posteriores, y en la que, como comentábamos anteriormente, están depositados los restos mortales de Daniel Vardon Kennett. Junto a ella está el edificio principal en el cual residió el comerciante británico con su esposa. En el proyecto de la bodega se ha querido preservar al máximo la integridad arquitectónica de los edificios, pero también es obvio que se han hecho algunas adaptaciones en los interiores para poder elaborar correctamente este nuevo espumoso.
Por el momento, la cuvée Esplendor 2013, es la única referencia de esta bodega, y los esfuerzos de Torres están focalizados en dar a conocer el producto. Con una producción limitada, con el fin de controlar bien todos los parámetros, de momento no hay prevista la aparición de ninguna nueva referencia. “No tenemos intención de lanzar ninguna nueva referencia en un futuro próximo pero sí estamos haciendo pruebas para desarrollar nuevos proyectos que tardarán un tiempo a ver la luz” nos comenta Anna Velázquez.
Otro hecho diferenciador de esta cuvée Esplendor de Vardon Kennett es su “envoltorio”. La botella que contiene este vino espumoso es exclusiva, con unos relieves ondulados que imaginariamente nos pueden transportar a las olas de mar, al Mediterráneo. Un diseño muy elegante, acorde al líquido que se encuentra en su interior.
La valoración que se hace desde Torres es “muy positiva. Estamos muy contentos con el proyecto y con la aceptación que está teniendo en el mercado nacional, especialmente entre los restaurantes con estrella Michelin. Poco a poco, lo estamos introduciendo en otros mercados, pero siempre pensando en restaurantes gastronómicos de nivel”.
Está claro que este proyecto ya nació bajo los efectos del cambio climático. Y esto es algo que ya se ha tenido en cuenta. “Hemos explorado parcelas de más altura que la familia adquirió en busca de nuevos escenarios de adaptación al cambio climático. Esto nos ha permitido mantener el estilo fresco y una acidez equilibrada”.
El programa Torres & Earth, lanzado por la familia Torres en 2008, ha permitido la ejecución de una serie de medidas de adaptación al cambio climático, como técnicas de viticultura que permiten retrasar la maduración, la compra de tierras en altura y la investigación, por ejemplo, de variedades y clones que sean más resistentes a las altas temperaturas y a la sequía. Torres trabaja en la reducción de las emisiones de CO2, con instalaciones de energías renovables, eficiencia energética y transporte ecológico.
Y dejamos una pregunta en el aire… ¿tendremos en el futuro un cava de la Familia Torres? Según la enóloga de Vardon Kennett “es una posibilidad que está ahí pero en estos momentos no la contemplamos”.