La Cité du Vin: Una visita más que recomendable

| |  Comentarios

Aprovechando unos días de vacaciones al País Vasco-Francés, y dada mi relación con el mundo del vino, una de las actividades que la familia propuso fue la de desplazarnos hasta Burdeos, una de las “capitales del vino” a nivel mundial.

¿Quién no ha oído hablar de los vinos de Burdeos? Creo que todo el mundo, tanto los consumidores más expertos como los consumidores más convencionales, en alguna ocasión han comentado o han escuchado opiniones al respecto de los vinos de esta reputada región francesa.

Pero el motivo de la visita a Burdeos no era visitar viñedos, lo que nos reservamos para una próxima ocasión, sino acercarnos hasta una joven “Cité du Vin” (La ciudad del vino). Lo de joven viene dado por el hecho de que hace apenas un año, concretamente el 31 de Mayo de 2016,  que este centro del vino, con una forma un poco psicodélica, que parece representar un decantador, fue inaugurada por el entonces Presidente de la República Francesa, el Sr. François Hollande.

La verdad es que un centro de estas características ubicado a las afueras de la ciudad (quizás demasiado a las afueras desde mi modesto punto de vista), no es óbice para que tenga una considerable cantidad de visitantes, tanto nacionales como extranjeros. Según los datos facilitados por la propia organización, han sido unos 425.000 visitantes de 150 países diferentes, los que, durante este primer año, han pasado por las instalaciones de este centro del vino, lo cual da una idea del gran interés por el vino que existe en todo el planeta.

Del total de visitantes, un 27% de los mismos son extranjeros, dato que para la organización genera muy buenas expectativas de cara al futuro. Y para cerrar el apartado estadístico, comentar que el origen de los principales visitantes extranjeros han sido: UK, con un 14%, USA con un 11%, Suiza con un 9% y España con un más que respetable 8%.

Hay muchos más datos estadísticos, pero no nos vamos a entretener con ellos, así que vamos a comentar la visita en sí misma, que es lo atractivo para usted, lector de Selectus Wines.

El espacio en el que se desarrolla la visita, como he comentado anteriormente, queda un poco alejado del centro de la ciudad, pero está bien comunicado, lo que facilita el acceso al mismo. Una recepción bien organizada hace que las colas que se producen no sean excesivamente pesadas, pero recomendamos comprar las entradas con anterioridad a través de la web.

“La Cité du Vin” está organizada en diferentes estancias que, obviamente, corresponden a diferentes inputs: hay una gran sala de conferencias, donde se hizo el discurso inaugural, salas de cata, una biblioteca, zonas temáticas, una tienda,… En algunas de las zonas el visitante interactúa con diferentes materiales y recibe diferentes sensaciones (mención especial para la zona de los inputs olfativos).

La verdad es que los ideólogos del espacio han pensado en todos los detalles para que el visitante “viva el vino” desde todos sus puntos de vista. El espacio en el que se explica la historia del vino y su importancia en la vida cotidiana a lo largo de los siglos, con hologramas dinámicos, fue una de las cosas que más gustaron al que les escribe este artículo. Y sobre todo la forma de explicarlo, muy didáctica y nada monótona. Hago un paréntesis para comentar un aspecto muy importante para cualquiera que quiera acercarse a visitar este “museo del vino”: todo está adaptado para que los niños también puedan seguir la visita “a su ritmo”, es decir, existe una versión de los audífonos que es para los más pequeños de la família, y está preparado en 8 idiomas diferentes.

Durante el año se van produciendo, además de las exposiciones fijas, algunos eventos, actividades culturales o presentaciones de diferentes temáticas o dedicadas a diferentes zonas del mundo donde se producen vinos. También se pueden realizar catas básicas a horas predeterminadas y con reserva previa.

Y para finalizar la visita, en la parte superior del edificio, se encuentra la sala en la que se pueden degustar diferentes vinos de diferentes partes del mundo. Es una sala con una visión de 360º que permite ver, si las condiciones climatológicas lo permiten, una perspectiva de la zona de Burdeos, la Gironde.

El tiempo aproximado para realizar una visita rápida y ver, más o menos, todos los espacios que se pueden ver en un tour standard, puede ser de unas 3-3.30 horas, pero no es suficiente si quieres entretenerte en detalles o entrar más a fondo en según qué temáticas, por lo que en el caso de que quieran realizar una concienzuda visita, dediquen prácticamente todo un día a “La Cité du Vin”. Si se plantean esta opción, hay un par de restaurantes en los que poder comer y degustar algún vino (principalmente franceses, como no podía ser de otra forma…)

Articulos recomendados

Comentarios