Entrevista a Pedro Bonet Ferrer, presidente del Consejo Regulador del Cava. "Hemos querido elevar el Cava a lo más alto"
Pedro Bonet Ferrer (Barcelona, 1946) está a punto de cerrar una de las etapas más fructíferas al frente del Consejo Regulador del Cava, que preside desde hace cuatro años. Formado en los Jesuitas de Casp y licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona, se incorporó a la empresa familiar justo después de terminar sus estudios universitarios. Ha sido consejero delegado de la histórica ‘maison’ de la Champagne Henri Abelé (1986 a 2007), y posteriormente presidente del champán con sede en la calle de Sillery de Reims. Actualmente es miembro del Consejo de Administración del Grupo Freixenet y director de Comunicación y Relaciones Públicas de la empresa líder mundial de los espumosos de calidad elaborados siguiendo el método tradicional. En 2005 relevó a Joan Juvé Santacana al frente de una de las principales academias báquicas españolas, la Cofradía del Cava Sant Sadurní, En 2013 cedió el testigo a Toni de la Rosa Torelló. En la siguiente entrevista en exclusiva, Pedro Bonet reconoce su gran satisfacción por el trabajo realizado, que se ha encaminado a querer “elevar el cava a lo más alto”.
Cuando a finales de 2013 Pedro Bonet llegó a la presidencia del Consejo Regulador de la DO Cava, el sector sólo veía amenazantes nubarrones en el cielo. Bonet prefiere hablar de “incertidumbres”. Lo cierto es que los precios excesivamente bajos que se pagaban, la caída de ventas por la crisis económica, el avance de las marcas blancas en los lineales de los supermercados, las turbulencias políticas, la desunión del sector y la diáspora de algunas bodegas que abandonaron la DO Cava para migrar a la DO Penedès para comercializar sus espumosos como Clàsssic Penedès situaron al sector del cava en una preocupante encrucijada. Mucho ha llovido desde entonces y esos negros nubarrones se han ido disipando gracias al trabajo bien hecho. De hecho, Bonet debió pensar que el cielo es inalcanzable pero que, a la vez, es el único límite que existe, y de inmediato se dispuso a dibujar una ambiciosa hoja de ruta con el claro objetivo de “intentar mejorar la imagen del cava y conseguir un mayor valor añadido que redunde en toda la cadena del sector, desde la viña al marketing”. O sea: “Hemos querido elevar el cava a lo más alto”. Hoy asegura que “para mí ha sido una satisfacción, un gran privilegio y un honor intentar aportar y hacer cosas útiles para la marca global del cava desde la presidencia del Consejo Regulador”. Para lograr su objetivo sabía que se hacía “imprescindible” alcanzar la unidad de acción en el marco del pleno del Consejo Regulador, tanto del sector productor como del elaborador. Buscaba que se acercaran posiciones para que todos remaran en una misma dirección, unificando criterios. Para ello hizo ver a los cavistas que en el pleno de la institución “todos somos colegas y no competidores”. Destaca como herramientas claves para conseguir los éxitos perseguidos la creación de un departamento de marketing liderado por Sílvia Grimaldo y, sobretodo, la notable aportación profesional realizada por los responsables de la Secretaría General y los Servicios Técnicos, comandados por Maria Eugènia Puig y por Paco González respectivamente. Bonet cree que estos “magníficos y honestos profesionales” han sido “determinantes” a la hora de conseguir los objetivos propuestos.
Esa hoja de ruta dibujada en 2013 (que, por cierto, fue la mejor cosecha del cava de los últimos años) ha acabado dando gratos frutos, tanto desde la mejora de la imagen del cava como en la mejora de las ventas de los productos de más alta gama. Incluso han conseguido, especialmente con los cavas Premium (Reserva y Gran Reserva) y los Ultra Premium (los nuevos Cava de Paraje Calificado), que “la enología y la viticultura trabajen mucho más estrechamente”. El crecimiento de ventas de los últimos años, potenciado por los cavas de alta gama, se ha experimentado, principalmente, en la distribución tradicional: restaurantes, tiendas especializadas y hoteles. Según el presidente del Consejo Regulador del Cava, el cava Premium “no tiene rival gracias a una calidad excelente a un precio nada caro”. Queda pendiente, pese a los avances conseguidos, elevar el valor del producto en los mercados internacionales.
Pedro Bonet confía en que los nuevos Cava de Paraje Calificado sean “la herramienta” que permita seguir alcanzando mayores cotas y éxitos. De hecho, ha recorrido medio mundo en los últimos años para promocionar la más alta gama cualitativa del sector y hacer ver a un público objetivo centrado en prestigiosos prescriptores internacionales (sumilleres, periodistas y representantes de tiendas especializadas) que el cava es más que un producto masivo, barato y que solo sirve para brindar. De hecho, Bonet defiende que una de las grandes virtudes del cava es su diversidad, así como su versatilidad gastronómica. Se han organizado actos promocionales en Japón, Alemania, Polonia, el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Holanda, Bélgica, Dinamarca o Italia. Incluso se han establecido sinergias de colaboración con instituciones académicas del prestigio del Basque Culinary Center, y se ha convocado el concurso ‘Mejor Sumiller Internacional en Cava’. Este certamen, de carácter bienal, se desarrolla en 11 ciudades españolas y en Bélgica y México D.F. Tiene como objetivo la colaboración en la formación de los profesionales y la profesionalización del conocimiento del cava.
Tras tres años y medio de arduos trabajos técnicos y administrativos, el pasado 6 de julio se firmó la orden ministerial que creaba definitivamente los Cava de Paraje Calificado, la nueva categoría que visibiliza la más alta gama del cava. O sea, el vértice de la pirámide cualitativa del sector. Precisamente estos días se estrenan por fin en el mercado estos productos que superan los PVP de 50 euros y que llegan a venderse incluso por 175 euros. Bonet considera que con los Cava de Paraje Calificado se hace “justicia” al cava, que define “un producto excelente”. Además, los ve como un revulsivo cualitativo y confía que su prestigio y excelencia contagie al resto de productos de gama alta del sector.
También se han intensificado las acciones para promocionar el consumo de cava entre los más jóvenes, creándose eventos como los Cava Night o los Cava Sound. También se acaba de convocar el concurso de coctelería Cava Mixology Competition, una apuesta del Consejo Regulador del Cava por integrar el cava como cóctel entre los profesionales y promover su consumo entre los consumidores más jóvenes.
Pedro Bonet quería elevar el cava “a la máxima categoría del vino en Europa”. Hoy, al término de un mandato que podría alargarse hasta marzo de 2018, la DO Cava se extiende a lo largo de 33.903 hectáreas de viñedos (6.374 explotaciones) donde se cosechan alrededor de 300 millones de kilos de uva anuales. Hay 235 empresas elaboradoras de cava, y 162 de vino base. En el complicado contexto económico de la última década, el cava ha demostrado ser un sector con una gran fortaleza. Gracias al esfuerzo de las empresas y su apuesta estratégica por el posicionamiento de los productos Premium en los mercados internacionales, el cava se ha consolidado en exportación como la primera denominación de origen española y la primera en el mundo siguiendo el método tradicional de elaboración . En el último ejercicio el sector del cava superó la barrera histórica de los 245 millones de botellas. La cifra de negocio del año pasado se situó en 1.079,6 millones de euros, un 2,3% más que en 2015.