Cata vertical Gramona

| |  Comentarios

Hay ocasiones en las que te sientes afortunado no solo por probar grandes vinos, sino porque tienes la impresión de que estás ante un momento que marcará un antes y un después en tu manera de entender algunos vinos. Y ese momento se produjo en una cata memorable de bodegas Gramona, que nos sirvió para confirmar algún aspecto de los vinos espumosos que rompe con los tópicos establecidos, y que nos dan una nueva dimensión de lo que son y hasta donde pueden llegar este tipo de vinos. Uno de los propietarios de la bodega, Xavier Gramona, condujo magistralmente la cata y nos introdujo en los secretos de esta histórica bodega.

Pau Batlle era un comerciante de vinos que a mediados del siglo XIX hizo fortuna y consiguió comprar una finca llamada “La Plana”, en la que ya había trabajado su padre. La hija de Pau Batlle se casó con Josep Gramona, y comenzó la elaboración de vinos espumosos.

En 1951 se iniciaron la producción de cavas de larga crianza gracias a un accidente histórico. Durante la Guerra Civil tapiaron parte de la bodega en la que guardaban viejos vinos de uva xarel.lo, una uva que vendían a productores de la Champagne y que demostró tener una enorme capacidad de envejecimiento.

Su primer cava de larga crianza fue un Brut llamado II Lustros, una marca registrada posteriormente por la empresa Castellblanch. Por ello tuvieron que cambiar el nombre por el actual III Lustros, un espumoso que a partir de los años 1980 es Brut Nature y tiene 7 años de crianza. Más tarde aparecieron el Celler Batlle con 10 años de crianza y más recientemente el Enoteca, un Cava con 12 años de crianza.

Un momento de la cata vertical de Gramona realizada en Monvínic Los Cavas de larga crianza en Gramona provienen en su mayor parte de uvas de la variedad xarel.lo de la finca “La Plana”, una finca situada en la cuenca del rio Anoia, sobre suelos arcillo-calcáreos, con arenas y cantos rodados. Son por tanto unos de los pocos cavas de larga crianza que provienen de una sola finca. En los últimos años la bodega ha experimentado una transición hacia la agricultura biodinámica,  cosa que ha permitido que sus viñas estén mejor preparadas para el cambio climático que sufre el planeta, y que los viticultores conocen de primera mano.

Mencionábamos al principio que algunos mitos sobre los cavas quedan desmontados después de probar estos vinos, y el primero y más evidente es aquel que dice que el Cava hay que consumirlo como máximo un año después del degüelle.  Xavier Gramona formuló una interesante pregunta: ¿qué es un gran vino?, y de entre los diversos atributos que debería tener un gran vino, equilibrio, complejidad, persistencia…, hay uno imprescindible para todo gran vino, y es la capacidad de envejecer, afinarse y ganar en complejidad. Los Cavas de larga crianza de Gramona demuestran, que son vinos de guarda, complejos y con capacidad de evolucionar, y se alejan del estereotipo de vino refrescante con burbujas.

Una cata que nos invita a profesionales y amantes del vino, a guardar botellas de grandes espumosos en la bodega, para conseguir que alcancen su máxima expresión y equilibrio, tal y como haríamos con cualquier otro gran vino.

GRAMONA III LUSTROS GRAN RESERVA BRUT NATURE 2007

Iniciamos la cata con uno de los vinos que ha sustentado el prestigio de la marca. Un vino de una gran complejidad aromática gracias a sus siete años de crianza, pero que sin duda probado tan solo 6 meses después de su degüelle nos parece todavía muy joven y algo crudo. El color todavía presenta reflejos verdosos, y sus aromas anisados destacan entre las notas de crianza. La burbuja fina y la acidez viva y refrescante se unen en un paso en boca vibrante que aporta un final seco.

Un vino apto para aquellos que aprecian las sensación sutilmente picante y refrescante que produce el carbónico, pero que paso del tiempo nos lo devolverá más complejo y reposado.

GRAMONA CELLER BATLLE GRAN RESERVA BRUT 2005

Con dos años más de crianza que el III Lustros y el característico dosage de Gramona con vinos rancios envejecidos, ha sido unos de los referentes entre los cavas de larga crianza. En nariz se muestra delicado y sutil pero con todos los matices y la complejidad que aportan sus diez años de crianza. Un Cava Brut con una entrada fresca y cremosa y un final persistente y seco a pesar del característico licor de dosage de la casa.

GRAMONA ENOTECA GRAN RESERVA BRUT NATURE 2001

Tras 12 años de crianza y 6 meses después de su degüelle, se nos revela un vino de gran complejidad con aromas de brioche, pastelería y miel. En su paso en boca se muestra amplio y sabroso, con una acidez fresca y vibrante y un final persistente, seco y ligeramente cítrico. Un vino que ya da placer pero que puede dar grandes alegrías a los más pacientes.

GRAMONA ENOTECA GRAN RESERVA BRUT 2001

La versión Brut del anterior, en el que los aromas anisados y los refrescantes recuerdos balsámicos son protagonistas, junto con los clásicos recuerdos de pastelería propios de la crianza y una elegante nota de piel de naranja. El fino carbónico y el licor se unen para ofrecer un paso en boca con volumen y cierta opulencia, que quedan contrarrestados por una deliciosa acidez cítrica y un final seco a pesar del dosage.

GRAMONA III LUSTROS GRAN RESERVA BRUT NATURE 2003

En principio una elección arriesgada, ya estamos ante una de las añadas más difíciles que se recuerda en los últimos años. El calor abrasador de 2003 duró meses y no dio tregua, unas condiciones muy complicadas que llevaron a la decisión de no elaborar Celler Batlle ni Enoteca. Pero en estas añadas difíciles los grandes viñedos dan la talla, y después de cinco años de su degüelle, el vino se muestra con un color dorado que denota cierta evolución. En nariz se mueve entre las notas dulces, y los recuerdos de pan tostado, avellanas, con una entrada en boca suave y voluminosa gracias a un carbónico cremoso que da paso a una acidez todavía fresca y un final seco, de cierta persistencia y ligeramente cálido.

GRAMONA CELLER BATLLE GRAN RESERVA BRUT 2002

Un Celler Batlle degollado hace tres años, se muestra todavía vivo aunque tal vez sea uno de los más ligeros seguramente debido a la añada. Una nariz fragante, pero algo austera, da paso a una boca muy fresca y nerviosa. Un vino directo pero algo corto al final de boca, aunque no exento de cierta complejidad, en el que aparecen los clásicos aromas tostados que ha adquirido con su larga crianza.

GRAMONA ENOTECA GRAN RESERVA BRUT NATURE 2000

Volvemos a los Enoteca, y en este caso en la primera añada que salió al mercado. Hace ya tres años que fue separado de la protección que ofrecen las lías, e inició la evolución en botella. De momento mantiene su vivacidad, gracias a su refrescante acidez que le aporta profundidad. El carbónico se muestra bien integrado e incrementa la sensación de volumen en la boca, que se combina con aromas perfumados de anís y piel de naranja, sobre el clásico fondo dulce de pastelería.

GRAMONA ENOTECA GRAN RESERVA BRUT 2000

Y de nuevo la versión Brut también tras tres años después de su degüelle. Un vino muy cerrado en nariz, que necesita tiempo y una copa relativamente grande. Clásicos aromas de crianza, con una entrada en boca amable y de cierta opulencia, en un entorno fresco y elegante. Un vino que da gran placer, pero por el que se puede esperar para conseguir mayor complejidad si cabe.

GRAMONA CELLER BATLLE GRAN RESERVA BRUT 1999

Degollado hace 7 años!!! La prueba fehaciente de la capacidad de envejecer que tiene un gran cava en una gran añada. En nariz se muestra cerrado y necesita tiempo para desplegar toda su complejidad aromática de dulces notas de miel, brioche y perfumados recuerdos de canela, sobre un refrescante fondo balsámico. Su paso en boca es el de los grandes vinos, compacto denso y profundo con un equilibrio casi perfecto. Un final de boca persistente de frutos secos y miel, con una acidez muy viva, que le augura una larga vida por delante.

Articulos recomendados

Comentarios