Castell de Perelada, tres generaciones comprometidas con el Empordà

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El Castell de Perelada es un conjunto histórico y cultural ubicado en el Empordà (Catalunya) y de larga tradición vitivinícola. De sus viñedos nacen vinos de gran prestigio como Finca Garbet, cavas con una larga historia como Gran Claustro y ediciones limitadas como las colecciones Ex Ex. De los vinos y cavas de la bodega con añadas a la venta en 2012, nueve han obtenido 90 o más puntos Parker y trece en la Guía Peñín. La tradición, la familia y el Mediterráneo se aúnan para elaborar vinos y cavas con tradición, historia, innovación y de gran diversidad.

Castell de Perelada

Tradición familiar, la insignia de la bodega

Hablar del Castell de Perelada y de su bodega es hablar de la familia Suqué Mateu. En 1923 Miguel Mateu adquirió el conjunto y decidió recuperar la tradición vitivinícola del siglo XIV cuando los monjes carmelitas elaboraban vino. Su yerno, Arturo Suqué, tomaría las riendas en 1972 y junto a su mujer crearon el conocido Festival del Castell de Peralada, que este año cumple su 25 aniversario. Ahora es el nieto de Miquel Mateu, Javier Suqué Mateu, el encargado de la bodega.

Las tres generaciones amantes de la tierra y el vino han trabajado para potenciar la DO Empordà y elaborar productos de calidad, así lo destaca Javier Suqué: “mi familia y yo estamos muy orgullosos de los vinos y cavas que presentamos. Es una gama equilibrada y completa, capaz de satisfacer las más estrictas exigencias actuales”.

Carta de vinos a gusto de todos

Viñas de la Finca GarbetViñas de la Finca GarbetActualmente la bodega tiene cerca de 150 hectáreas de cultivo repartidas en cinco fincas, la más emblemática es Garbet, cuyas cepas se asoman prácticamente al mar. Malaveïna es una finca de arcilla rojiza que produce vinos con gran personalidad como el tinto con su mismo nombre. Las otras tres fincas son La Garriga, con las cepas más viejas; Espolla, de 50 hectáreas, y Pont de Molins, arenosa y con ligero contenido de limos que dan al vino frescor y finura.

Entre la gama de vinos de Castillo de Peralada encontramos jóvenes, monovarietales donde se percibe la diferencia entre vinos producidos con una misma variedad pero diferentes terrenos y condiciones climáticas.

Por otro lado descubrimos productos insignia de la bodega como Finca Garbet o Gran Claustro. Este último se elabora con el cupaje de lo mejor de cada una de las fincas, el objetivo es elaborar un vino que reúna lo mejor del Empordà. La bodega dedica también parte de sus recursos a la investigación y así nace la colección Ex Ex (Experiencias Excepcionales) que son vinos elaborados por los enólogos en pequeñas cantidades y donde estudian factores como la madurez de la uva, el tipo de terreno…

Un cava con historia

Un ejemplo de la tradición de la bodega de Castillo de Perelada lo encontramos en sus inicios, en el año 1959. El presidente estadounidense Eisenhower visitó España y encargaron a Miguel Mateu que seleccionara un cava para el banquete de recepción. Escogió un cava de una reserva propia, que se había elaborado artesanalmente y criado en las bodegas del convento donde los monjes carmelitas elaboraban el vino. El éxito fue rotundo y esa fue la primera vez que Gran Claustro vio la luz, hasta ahora que se sigue produciendo como uno de los cavas estrella de la bodega.

Botellas de Castell de Peralada

Música, casino, spa y cultura

El conjunto monumental del Castell de Perelada incluye el conocido castillo pero también una iglesia gótica y el convento carmelita. La cultura y la historia han sido una de las inquietudes familiares. Miquel Mateu era un apasionado del arte y coleccionista, y este patrimonio se puede contemplar en tres colecciones, un ejemplo son las 2.500 piezas que integran el museo del vidrio. El complejo alberga también un museo del vino y la biblioteca del castillo, con una colección de 5.000 ediciones diferentes de El Quijote.

La pasión por la cultura la han heredado sus sucesores y el ejemplo más claro es el Festival Castell de Perelada, que se celebra anualmente desde 1986. Además, se incluyen en el grupo el Hotel Perelada, el campo de golf y el Wine Spa, éste último se inauguró en 2001 y ofrece tratamientos de ampeloterapia, basados en los derivados de la uva y el vino.

Garbet: viña y vino emblemáticos

Tinto Finca GarbetSi hay una joya de la corona en las fincas de Castillo de Perelada ésta es Garbet, la esencia mediterránea en todo su esplendor: viñas con vistas al mar y un vino exclusivo con personalidad.

Al norte del Cap de Creus se extienden 12 hectáreas con 38.000 cepas de cinco variedades distintas. Se trata de Garbet, de cuyas uvas nace el vino con el mismo nombre.

Si algo caracteriza esta viña es su proximidad al mar, que la hacen única y emblemática, el punto más bajo se encuentra a 30 metros a nivel del mar y el más alto a 120 metros. El mar actúa de termorregulador natural, así lo explica el enólogo y director técnico de Castillo de Perelada, Delfí Sanahuja: “el mar hace que la cepa no llegue a temperaturas extremas, facilita que la maduración de la uva sea más lenta y continuada. El reflejo del sol en el mar ilumina la viña y la convierte en más mediterránea.” El suelo de pizarra es otro regulador natural de temperatura que mantiene el calor en el suelo y filtra más el agua.

“Una viña emblemática con valor añadido”, así la define Delfí Sanahuja, que añade que se ven representados los cuatro elementos de la naturaleza: el agua, a través del mar, la lluvia y el riego gota a gota; la tierra, con el suelo de pizarra; el viento, la tramontana que favorece la cepa porque seca rápidamente la humedad y evita enfermedades como hongos pero que, a la vez, puede llevarse los brotes con sus fuertes bandadas, y el fuego, representado por el sol.

Del bosque de pinos a la cepa con vistas al mar

Delfí Sanahuja, enólogo de Castell de PereladaDelfí Sanahuja, enólogo de Castell de PereladaLa historia de Garbet comienza en el año 1996 cuando se empezó a preparar el terreno para cultivar, pero años antes, Javier Suqué, nieto del fundador, se puso al frente del negocio de los vinos y proyectó la idea de Garbet para hacer una viña emblemática. En 1997 se hizo la primera plantación, que se desarrolló en cuatro fases a lo largo de los siguientes años. Actualmente el terreno tiene plantados Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Cabernet Franc y Garnacha negra.

El proceso de adaptación del terreno fue largo y costoso, se estudiaron al milímetro las pendientes, la estructura, se hizo el pertinente estudio geológico para evitar la erosión… Y al final desembocó en una fascinante viña que parece que escale las paredes de la montaña desde pie de costa.

Como afirma el enólogo Sanahuja: “no nos toca decirlo a nosotros, pero creo que es una de las viñas más hermosas de España”.

Maridaje de artesanía y tecnología

Garbet combina el trato más artesanal y el cuidado humano con la última tecnología. Tres puntos meteorológicos con diferentes orientaciones envían vía módem la información de viento, humedad, temperatura, iluminación… Además, tanto Garbet como las otras cuatro fincas de Castillo de Perelada están conectadas a un satélite que envía una previsión meteorológica con una fiabilidad del 92%. Todo para tener la viña mimada, controlada y cuidada al detalle.

Finca Garbet: la esencia del Mediterráneo en una botella

De una viña tan especial nace también un vino emblemático al que el director técnico de la bodega llama “la selección de la selección” puesto que todo el proceso de elaboración se hace escogiendo sólo lo mejor de la viña, una selección manual de la uva, las mejores barricas… Al final llegan al mercado entre 2.000 y 4.000 botellas, pero no todos los años, como en 2002: “si no es muy bueno no sale”, explica Sanahuja. Mayoritariamente se elabora con la variedad de uva Syrah en un porcentaje que varía dependiendo de las añadas, el Finca Garbet 2005 está elaborado en un 100% con esta variedad.

Finca Garbet es un vino amable, sedoso en boca, envolvente, largo, con calidez y profundidad, así lo define el enólogo Delfí Sanahuja, que añade que “su aroma nos recuerda a la primavera, paseando entre las cepas, nos recuerda a hierbas aromáticas, frutos rojos, mineralizad y la calidez de la pizarra”.

Web: http://www.perelada.com/

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