Tres detenidos por trata de seres humanos tras ser tratados como esclavos en Champagne.

| |  Comentarios

"Con la salud y la seguridad de los temporeros no se juega. Tampoco se juega con la imagen de nuestra denominación", advierte el Comité Champagne después de que una sentencia histórica impusiera penas de cárcel y multara con 75.000 euros a una cooperativa vinícola.

El 21 de julio, un tribunal declaró a tres personas culpables de trata de seres humanos y explotación de temporeros en la industria del champán.

Más de 50 víctimas, todas ellas trabajadores migrantes indocumentados procedentes de Mali, Mauritania, Costa de Marfil y Senegal, fueron encontradas durante la vendimia de septiembre de 2023 viviendo en condiciones de hacinamiento y falta de higiene en Nesle-le-Repons, en el departamento de Marnes, en Champaña.

El abogado que representa a las víctimas elogió la «decisión histórica» del tribunal después de que un juez ordenara disolver la empresa responsable de los malos tratos a los trabajadores y condenara a penas de prisión a tres individuos implicados. Los tres fueron declarados culpables de trata de seres humanos, definida en la legislación francesa como «la captación, el transporte, el traslado, el alojamiento o la acogida de una persona para explotarla», mediante empleo forzado, abuso de posición de autoridad, abuso de situación de vulnerabilidad o a cambio de remuneración o beneficios.

A cada uno de los tres declarados culpables se les condenó también a pagar 4.000 euros por víctima.

Empresa de servicios

La empresa en el centro de la polémica es Anavim, descrita como «empresa de servicios» en Champagne. La directora de Anavim, una mujer kirguís de unos cuarenta años, fue condenada a dos años entre rejas, con otros dos en suspenso.

Por otra parte, el tribunal de Chalons-en-Champagne también condenó a dos hombres de unos 30 años a un año de cárcel cada uno.

El tribunal ordenó la disolución de Anavim como empresa y condenó a una cooperativa vinícola con la que trabajaba a pagar una multa de 75.000 euros.

Tiene intención de apelar

El abogado del directivo de Anavim condenado ha declarado que tiene intención de apelar la decisión, y ha parecido señalar a la industria del champán por un asunto que, según ha dado a entender, está en curso.

«Mi cliente es el culpable ideal de una industria que durante mucho tiempo ha hecho la vista gorda ante sus propias prácticas», declaró Bruno Questel.

El director de Anavim niega ser responsable de las condiciones de alojamiento de los trabajadores, y culpa a los otros dos acusados sospechosos de contratar a los vendimiadores del «pésimo» estado sanitario de los alojamientos. Según la inspección de trabajo que examinó las viviendas de los vendimiadores, las condiciones «atentaban gravemente» contra su seguridad, su salud y su dignidad.

Fuente de información: The Drinks Business

Articulos recomendados

Comentarios