Familia Torres presenta las nuevas añadas de su colección Antología.

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Son sus vinos más exclusivos, procedentes de viñas propias ecológicas: Milmanda 2017, Mas La Plana 2016, Reserva Real 2016, Grans Muralles 2016 y Mas de la Rosa 2017.

Familia Torres presenta las nuevas añadas de sus cinco vinos más emblemáticos, los que conforman la colección ‘Antología’ por la singularidad de su origen y exclusiva elaboración. Son vinos que comparten discurso y relato ya que representan fielmente el viñedo donde nacen y el esfuerzo por otorgar a cada uno de ellos una identidad que los singularice, en un recorrido por las regiones catalanas que han perfilado la historia de esta familia bodeguera que hoy cumple 150 años.

Todos los vinos de Antología

Mas La Plana, bajo la DO Penedès, supuso un cambio de paradigma en los años setenta y marcó el rumbo para Familia Torres en la elaboración de vinos de calidad superior procedentes de viñas propias, gracias a la visión de Miguel A. Torres, cuarta generación. Luego le siguieron los otros grandes vinos de la bodega, Milmanda y Grans Muralles de la Conca de Barbera, y Reserva Real del Penedès. La quinta generación mantiene vivo el legado, actualizando estos vinos e incorporando a la colección el más exclusivo de cuantos elabora: Mas de la Rosa, de la DOC Priorat. Todos ellos, son vinos de producciones muy limitadas que proceden, cada uno, de un único viñedo ecológico.

Para Miguel Torres Maczassek, director general de Familia Torres, estos vinos representan “nuestra obsesión por mostrar la expresión de un lugar determinado con vinos que sean capaces de explicar su historia y hablar de su paisaje, que debemos preservar. Son vinos nacidos en viñas singulares, fincas históricas o elaborados con variedades recuperadas”. Así lo ha manifestado en la cata celebrada este lunes, 21 de setiembre, en la bodega del Penedès, enmarcada en la gira que está realizando Familia Torres con sommeliers, prescriptores y periodistas en diferentes países mediante presentaciones mayoritariamente virtuales. Al acto también ha asistido Josep Sabarich, director técnico de la bodega.

Miguel Torres Maczassek

Del Penedès, la región vitícola más antigua de Catalunya con 2.700 años de historia y origen de la Familia Torres, nace Mas La Plana 2016. Hoy este viñedo de cabernet sauvignon está en su mejor momento, con cepas de casi 60 años bien arraigadas y equilibradas gracias a la distribución de las parcelas en dos niveles, con suelos distintos. Además del cultivo ecológico, la finca, ubicada frente a la bodega en la subzona Turons de Vilafranca de la DO Penedès, potencia su biodiversidad mediante la instalación de cajas nido, insectarios, balsas naturales o una granja de ovejas que ayudan a mantener la cubierta vegetal y fertilizar el suelo de manera natural, reduciendo el uso del tractor y las consiguientes emisiones de CO2.

Cada parcela se vendimia en su momento óptimo de madurez de la uva y se vinifica por separado en depósitos de acero, fudres de madera y huevos de cemento en función de lo que el enólogo quiera potenciar de cada una. Mas La Plana es, en definitiva, el resultado de un intenso trabajo de selección tanto en el viñedo como en la bodega para crear un vino de perfil renovado, equilibrado y elegante.

También en el Penedès, Reserva Real 2016 nace de un viñedo en la subzona Costers de l’Anoia de tan solo 4 hectáreas, único en la región por sus suelos de llicorella. Elaborado con cabernet sauvignon, cabernet franc y merlot, este es un vino de estilo clásico, muy distinto a Mas La Plana. 2016 fue un año seco en el Penedès, especialmente en verano, con temperaturas normales en general, aunque el ciclo vegetativo fue algo más fresco.

En cambio, esta añada fue muy diferente en la Conca de Barberà, donde se encuentran las fincas de Grans Muralles y Milmanda, con temperaturas más frescas de lo habitual. También llovió más, pero cuando la viña lo necesitaba, incidiendo en la frescura y calidad de los vinos.

Miquel Torres Maczassek (derecha) y Josep Sabarich (izquierda)

Grans Muralles 2016 es un vino cuya singularidad radica en la particularidad de sus suelos pizarrosos y graníticos, así como en las variedades autóctonas que lo integran, ya que incluyen variedades ancestrales recuperadas por Familia Torres: querol y garró. De las 32 hectáreas de esta finca histórica, que había pertenecido al Monasterio de Poblet, seis se destinan a la elaboración de este vino único. Cada parcela y variedad se vendimia en su momento y se vinifica con estilos distintos, contribuyendo a crear un vino elegante y complejo, con diferentes capas y registros aromáticos, de carácter claramente mediterráneo pero donde predominan la frescura y notas balsámicas.

Al lado de esta finca, está el viñedo de Milmanda de 16 hectáreas, cuyos profundos suelos arcillosos, ricos en limos, son idóneos para el desarrollo óptimo de la variedad chardonnay. Milmanda 2017, el único blanco de la colección de Antología, resalta en esta añada seca y cálida –aunque con temperaturas moderadas durante la maduración– la expresión de la variedad y del viñedo, al utilizar levaduras autóctonas de la propia finca y reducir el contacto con la madera. Esto, junto a un delicado trabajo de lías durante la crianza en depósitos de acero inoxidable, resulta en un vino fresco y equilibrado, con una larga capacidad de envejecimiento.

Como representante del Priorat, la colección incorpora a partir de este año Mas de la Rosa 2017, la segunda añada del vino más exclusivo de cuantos elabora Familia Torres, un proyecto impulsado por Miguel Torres Maczassek. Es la expresión máxima y hedonista de un viñedo histórico de Porrera de 1,9 hectáreas con cepas de más de 80 años plantadas en costers sobre suelo de llicorella y rodeado de un paisaje sobrecogedor. Aquí, todo se hace como antaño, las labores a mano y el labrado con mula. El vino se elabora con suma delicadeza, preservando la pureza de la fruta, y la crianza se realiza en barricas de roble francés de 500 litros durante 16 meses. 2017 fue una añada clásica en el Priorat, seca y cálida en general, que redujo la carga productiva de las cepas y dio lugar a uvas de gran calidad.

Estos cinco vinos son los que hoy conforman la Antología Miguel Torres, una colección exclusiva de vinos con personalidad, al ser la máxima expresión de un ecosistema muy complejo que Familia Torres contribuye a preservar, cuidando de la tierra y luchando contra el cambio climático.

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