10 consejos para prepararte para una cata de vino

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La preparación de uno mismo, del entorno y de las herramientas de la cata, son imprescindibles a la hora de realizar una de las experiencias más enriquecedoras y didácticas en el mundo del vino. Los aliados y enemigos de nuestros sentidos, son determinantes para lograr el nivel óptimo de satisfacción en la cata de vinos.

Cata de vino

Preparación de los sentidos

Sin el estómago vacío

Antes de comenzar la experiencia de la cata de vinos es imprescindible, de antemano, preparar nuestro organismo, con una buena comida, ya que nos ayudará a retardar la absorción de alcohol aunque durante la cata, gran parte del vino que probemos, no sea ingerido.

Alimentos adecuados

Evitaremos alimentos de sabores fuertes en la comida previa a la cata, como por ejemplo, platos especiados y de sabores intensos. Por el contrario, una óptima elección serían platos donde se encuentre presente la levadura, como pueden ser migas, pizzas, pastas frescas y quiches.

Enemigos del olfato

Identificamos como enemigos del olfato a los perfumes, fragancias, cremas aromatizadas, cosmética labial, loción de afeitar, ambientes recién pintados, olores a cocina, los productos de limpieza agresivos, el tabaco y en particular las pipas o cigarros. La nariz es capaz de recoger una gama impresionante de sensaciones diferentes, por lo tanto, impediremos que cualquiera de estos factores entre en conflicto con los aromas del vino.

Paladar y lengua limpios

Nuestro paladar y lengua deben encontrarse libre de restos de pasta de dientes, chicles o caramelos aromáticos. Este magnífico órgano, la lengua, capaz de detectar cinco sensaciones básicas: amargo, ácido, umami, salado y dulce, deberá encontrarse libre de cualquier resto que pueda interferir con los verdaderos sabores del vino.

Organización de la cata

Cata de vino al aire libre

El entorno

Es fundamental cuidar el entorno para proyectar una imagen positiva. Un ambiente cargado, sin ventilar, con poco espacio, poca luz natural o artificial y con ruidos, condicionará nuestra percepción en la cata. Buscaremos espacios amplios y aislados de ruidos, asépticos en decoración, adecuadamente ventilados y secos sin humedades, a ser posible con buena luz natural, o en el caso de ser luz artificial, deberá de ser blanca y de suficiente intensidad.

Superficies blancas 

La única forma de percibir los verdaderos colores del vino, es contrastar su color contra un fondo blanco plano. Nos servirán servilletas, manteles o folios blancos. 

Lápiz y papel

Necesitaremos registrar las impresiones de cada vino en una hoja de cata. Las observaciones y comentarios por escrito, son importantes para mejorar nuestros conocimientos y poder evaluar y comparar los vinos.

El estado y tamaño de la copa

Es esencial comprobar el estado de la copa. Una copa mal lavada o aclarada con residuos de detergente, contaminará y arruinará cualquier vino. En cuanto al tamaño, en lugar de utilizar una copa diferente para cada tipo de vino, optimizaremos el espacio y el trabajo de la cata empleando una sola copa ISO o copas AFNOR, homologadas para catar en ellas cualquier clase de vino.

Escupidera

Una ayuda inestimable es la escupidera, herramienta imprescindible para recoger el vino catado, de forma limpia. También podremos utilizarla para deshacernos de los posos no deseados en la copa de vino.

Limpiar la boca entre vinos

Las papilas gustativas son la parte clave de esta experiencia. Por esta razón, se recomienda limpiar, entre vinos, el paladar y la lengua de los distintos estímulos gustativos, y poder continuar la cata en perfectas condiciones sensoriales. Para ello, utilizaremos un poco de pan y un vaso de agua. De esta forma nos aseguramos de comenzar la cata del siguiente vino de una forma neutral.

Jarras de agua

El agua, además de utilizarla para preparar el sentido gustativo entre vinos, también es una parte esencial para mantenernos suficientemente hidratados. La cantidad de alcohol presente en el vino, nos deshidrata el contenido en líquido del cuerpo. Por lo tanto, siempre debemos acompañar las catas de vino, con agua. Además, el agua será también necesaria para aclarar y condicionar la copa para el siguiente vino que probemos.

En nuestra opinión, todos estos aspectos deberían tenerse en cuenta a la hora de realizar la cata, tanto para los apasionados del vino, como para todos aquellos que se inicien en esta aventura. De esta manera, seremos capaces de alcanzar un buen nivel de apreciación del vino, e interpretar con confianza sus cualidades, logrando lo más importante, disfrutar conscientemente de esta experiencia.

¿Qué os han parecido las anteriores sugerencias? ¿Cuáles consideráis las más relevantes? ¿Cómo han sido las catas a las que habéis asistido? Sois bienvenid@s a compartir vuestras ideas con nosotros.

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