Especial Garnatxa y Especial Macabeu salen al mercado como preámbulo de futuras excelencias monovarietales Oller del Mas

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Oller del Mas, bodega conocida por su compromiso con la producción de vinos de alta calidad, presenta dos nuevos vinos excepcionales que hacen honor a su filosofía y tradición. El Especial Macabeu 2019 y el Especial Garnatxa 2018 presentan la máxima expresión y singularidad de las parcelas de donde provienen.

El Especial Macabeu 2019 es fruto de la parcela Quintanavella, una parcela plantada en 1987 tras el devastador incendio de Montserrat de 1986. Este viñedo, el más antiguo de la finca, emerge como un testimonio vivo de la perseverancia y la vitalidad. Un vino blanco monovarietal, 100% Macabeu, crianza sutil en madera durante seis meses y con un reposo en botella de más de 40 meses. Este Macabeu captura su esencia equilibrada y estable. La fermentación sutil en madera aporta complejidad y estructura. Tan sólo han salido 1.694 botellas.

“Una vinificación que teníamos muchas ganas de sacar al mercado. La parcela más antigua, embotellada. La elaboración fue simple, al final es expresar una parcela marcada por el equilibrio. Ha merecido la pena esperar.” Carles Muray

El Especial Garnatxa 2018 es un homenaje a la versatilidad de esta querida variedad que se extiende por toda la Península Ibérica y la región mediterránea. Plantada en la parcela Baltasar (honor a uno de los aparceros que tenía antiguamente el Oller) en la zona más elevada e inclinada de la Finca, se presenta como una expresión única del suelo. 100% Garnatxa Negra, con una crianza en madera y depósito de cemento durante quince meses y con un reposo en botella de cuarenta meses. La elaboración minuciosa de este vino representa una apuesta por poner en valor la Garnatxa Negra y su capacidad de adaptación a suelos diversos. Sólo hay disponible 1.633 botellas.

“Dicen que embotellar los vinos en Luna "apagándose" es positivo para la guarda. Primeras impresiones de una parcela muy especial para nosotros. La garnatxa negra, combinada con pendientes del 15% y un suelo franco-arenoso muy disgregado y con poca presencia de “tapaç”. Aquí nos muestra una cara muy sutil. A su vez la fermentación fue espontánea y esto nos llevó a obtener aún un vino más auténtico.” Carles Muray

Las etiquetas de estos dos vinos se presentan con un diseño discreto y neutro donde la tipografía es la protagonista, hecha con la máquina de escribir del bisabuelo del Frank Margenat (el propietario), una Remington de 1904 que pone en valor la historia y el compromiso con la familia.

El Especial Garnatxa y el Especial Macabeu representan en el preámbulo de futuras excelencias monovarietales de la bodega.

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